Aquellos que quedaron fuera de la primera lotería serán considerados automáticamente la segunda vez
La Voz es la sección en español del Sun-Times, presentado por AARP Chicago.
Tres meses después de presentar un compromiso solidario de vivienda, no vinculante, que no ayudó a nadie, la alcaldesa Lori Lightfoot anunció el lunes $33 millones en ayuda para inquilinos y propietarios financiados por fondos federales de estímulo y filantropías locales.
Poco después de la orden de quedarse en casa a causa del coronavirus, Lightfoot ofreció a 2,000 habitantes de Chicago que luchan por permanecer en sus hogares, subsidios de $1,000 cada uno.
Los $2 millones no fueron suficientes para satisfacer la demanda de 83,000 solicitantes.
Ahora, aquellos que fueron puestos en lista de espera tras la primera ronda, serán transferidos automáticamente a una ronda 2 que distribuirá $25 millones, más de diez veces de lo que fue la primera inversión realizada por el Departamento de Vivienda de Chicago. No tendrán necesidad de volver a aplicar.
Junto con $8 millones del Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo, Chicago está dedicando $33 millones a la prevención de desalojos y ejecuciones hipotecarias, confirmaron las autoridades.
Gracias a esta inversión, más habitantes de Chicago podrán evitar la ejecución hipotecaria, el desalojo y la falta de vivienda y el dolor y la inseguridad que eso conlleva, dijo Lightfoot en una conferencia de prensa en el Ayuntamiento.
Este es realmente un día especial para nuestra ciudad y muchas de nuestras familias, que sufrirán un poco menos.
La Comisionada de Vivienda, Marisa Novara, dijo que la Municipalidad autofinanció la primera ronda de subvenciones de asistencia de renta de $2 millones precisamente porque no sabíamos cuánto nos llevaría reunir lo que esperábamos fuera una corriente de fondos gubernamentales que nos ayudara a hacer más.
Para evitar una ola de ejecuciones hipotecarias, la Municipalidad ha reservado $3.5 millones para garantizarle asistencia hipotecaria a residentes que se encuentran en dificultades. Ese programa, operado por Neighborhood Housing Services de Chicago, asignará hasta $3,300 directamente a los prestamistas, para cubrir pagos vencidos, pagos futuros o ambos.
Para calificar uno debe ser un propietario-ocupante de vivienda que enfrente dificultades financieras relacionadas con COVID-19 y no debe ganar más del 120% del ingreso promedio en la ciudad.
Otros $500,000 servirán para pagarle a los abogados pro-bono que ayudan a los residentes de Chicago afectados por COVID con riesgo inmediato de desalojo, que fueron contratados a través del Comité de Abogados para una Mejor Vivienda.
Consciente de que la letra pequeña de los programas de asistencia puede ser confusa, se ha creado un nuevo portal de la ciudad en internet para ayudar a los residentes de Chicago en dificultades a encontrar los recursos de vivienda que mejor satisfagan sus necesidades.
La orden de cancelación de desalojos en el Condado de Cook, en vigencia durante la pandemia, termina el 22 de agosto.
En total anticipamos que nuestros fondos ayudarán a un mínimo de 10,000 familias a permanecer en esos lugares que llaman hogar, dijo Novara.
Con una avalancha de $1,100 millones de fondos federales de estímulo, Chicago ahora está en condiciones de ofrecer más.
Lo que ven hoy es una asociación del gobierno con organizaciones sin fines de lucro de toda la ciudad de Chicago para proporcionar los recursos necesarios y críticos para que las familias se queden en sus hogares durante la pandemia, dijo El Concejal Harry Osterman (48), presidente del Comité de Vivienda del Ayuntamiento.
Esto tiene un impacto para las familias. Pero también tiene un impacto para las comunidades.
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